Una nueva misión y una casualidad? (Continuacion) [Privado / Alice - Jace / Natural y/o Posible Hentai]

- Si tuviera la oportunidad, de tener una nueva vida... desearia, enamorarme de alguien como tu...-le dije con tranquilidad, aunque en realidad nada mas era un pensamiento para mi.

Con una expresion de tranquilidad en el rostro, el taumaturgo beso la frente de Alice y simplemente se abrazo a ella con mucha naturalidad. Susurrando al oido de la joven, dijo:

- Dejemos que el tiempo te de la oportunidad. Te promento que hare lo posible por cuidarte y para que tengas esa oportunidad. En todo lo demas, tu tienes la ultima palabra, no lo olvides.

Con total calma, comenzo a jugar con los cabellos de la joven, dandole suaves caricias y sin dejar de mirarla. Quizas ella se habia negado tener opciones, pero el le demostraria que siempre hay una opcion. Tarde o temprano, ella lo veria

- Quiero creer que asi lo fue, Alice... Y realmente, estoy agradecido. Conocerte es una de las pocas cosas que realmente agradezco de este plano. Como sabras, no tengo demaciados amigos aqui

Y por supuesto que no los tenia... Los gremios lo repudiaban por siempre intentar frustrar sus planes. ¿Cuantos dias y cuantas noches habia sido perseguido por ellos? Ya no lo recordaba. Y los no agremiados lo llamaba "una amenaza" o "un vigilante enseguecido".
Un justiciero repudiado por ambas partes. Un guerrero tratando de enmendar un error. ¿Acaso no le quedaba mas opcion que ser odiado o temido?


- Realmente... Aunque pienses que no me hace falta, agradezco tanto tu compañia...

El taumaturgo no pudo evitar abrazar tiernamente a Alice con una cálida sonrisa y besar su frente. A pesar de su inteso pesar en el corazon, no dejaba de mostrar una calidez muy familiar.

- Amigos... Solo tengo una persona que me conoce y no estoy muy seguro de conocerla tanto ahora. Muchas cosas han cambiado y ya no es la misma... Sin embargo, no creas que mi poder es tan especial. Mi unica habilidad es alterar los elementos. Las tormentas matan a mas gente que tu y desde el principio de los tiempos. Tu poder es mucho mas complejo, tienes habilidades de las cuales yo solo podria soñar, Alice. El destruir y matar es solo una opcion de muchas que tienes

El taumaturgo beso la mano de Alice mientras aun la lluvia caia afuera. Aunque su cuerpo no requeria de respirar, hizo un suspiro meditabundo. Quizas era la costumbre de años o quizas solo un reflejo tranquilizador. Fuera como fuera, luego de eso abrazo a Alice, acercandola a su cuerpo en una posocion para que descanze sobre su pecho.

- En mi caso, yo trato de enmendar los errores de mi llegada. He decidido volverme la espada y el escudo de aquellos que no pueden protegerse de las injusticias de este plano. Esa gran injusticia tiene muchos nombres, pero todos los concen como los gremios. Una vez algunos fueron nobles defensores, ahora son todos condenados asesinos... Alice, yo creo que tambien puedes defender las cosas buenas que aun quedan aqui. Se que quizas es mucho pedir, pero realmente quisiera contar tu ayuda y quizas asi podria ayudarte a encontrar algunas respuestas o borrar esas preguntas de tu cabeza

Esto ultimo fue dicho en un tono poco familiar en Jace. Parecia que lo hubiera dicho bromeando y asi era. A pesar de que no fuera un gran bromista, trataba de sacarle una sonrisa a Alice o algun indicio de que estaria bien.

- Y no pienses que alguien como no puede enamorarse de una chica como tu, Alice

Era la primera vez, desde que habia pisado este plano, en que alguien se habia molestado en tocar su rostro. Habia tenido todo tipo de contacto con en el pasado, pero nunca una caricia de afecto. La sensacion era tan gratificante como extraña. El taumaturgo no pudo evitar poner su mano sobre la de ella.

- Crueldad es escuchar la palabra "te amo" y jamas sentir una caricia sincera, Alice. A veces, los pequeños detalles pueden dañar tanto como sanar... Al igual que nuestras manos. Quizas pienses que no puedes amar, Alice... Pero se que es una opcion. Y aunque no me creas, aunque pienses que soy cruel, quisiera amarte para poder aliviar tu alma aunque sea solo por unos momentos. Me dejarias protegerte y amarte, aunque sea solo esta noche?

Sin dudarlo, le dio un suave beso en los labios. Las manos de Jace comenzaban a trazar caminos de caricias suaves sobre la sedosa camisa que Alice llevaba para cubir su delicado cuerpo. Aunque la joven aun tuviera preguntas, ahora era el momento para sanar y descanzar

El taumaturgo saboreaba los labios de la joven cual fuera la ultima cena de un condenado. Disfrutaba ver como Alice parecia estremecerse bajo el tacto de sus manos. Poco a poco, este fue quitandole la entorpecedora prenda de seda, que tan suavemente se deslizo por la piel de la joven.
Sus manos ya habian trazado un mapa casi perfecto de su cuerpo. Tan detallado como a Jace le habia sido posible. Sin embargo, ahora se dedicaba a divertirse con las sensaciones de la joven. Jugaba con sus delicados senos, trazando su contorno y luego pasando cada dedo por sus pezones. Tambien zurcaba de forma jugetona sobre su pelvis y sus muslos, haciendo que se tensionara y luego se relajara de apoco.
Aunque sus labios dificilmente se separaban, algunos gemidos ahogados escapaban de la joven mientras el susurro del contacto entre la piel quedaba disimulado entre la lluvia.
Sus dedos, hambientos y dispuestos a explorar su recondito valle de venus, se detuvieron por un momento solo para que Jace separara sus labios un momento de la joven y susurrara...

- Eres hermosa, Alice... Te deseo ¿Me permitirias avanzar un poco mas?

Luego de escuchar esas palabras, el taumaturgo sigo con su recorrido sobre el cuerpo de Alice. Lentamente, fue retrazando su ruta ahora con su lengua. Cada lugar sensible, cada zona erogena y sin dar tregua a la sensaciones del cuerpo de la joven. Habia cruzado leguas de sensaciones, pero aun habia un lugar inexplorado...
Con mucha delicadeza y sin dejar que el cuerpo de la joven se recuperara, su sentido del gusto dio directamente con el caliz de dulce ambrosia de Alice. Jace parecia deborar de ella, como si realmente estubiera embriagado de su piel y su escencia. Mientras su lengua proveia de sus intensos cuidados, las manos comenzaron a masajear firmemente sus senos, en busca de ahogar el sondio de la lluvia en la noche con los gemidos de Alice. De momento en momento, los ojos del joven tatuado se abrian para mirar el rostro de la joven y darle alguna mirada picara.
Parecia que Jace no tenia intenciones de detenerse. Al menos, no aun

El taumaturgo no pudo contener mas su ansias. Lentamente, sus labios besaron todo su camino hasta los labios de Alice, acomodandose al cuerpo de la joven. Sus sexos se rozaron, indicando que Jace se encontraba listo y expectante. El joven solo susurro.

- ¿Estas lista, Alice?